Retorno de imposibles...
Destellos de púrpurea mirada
retornan a mi playa en este ocaso
y aunque yertos los párpados
aún exhalan aroma tus pupilas.
Crecen esquivos y silentes
tus pequeños ornamentos
¡crisantemos de tu suerte!
¿Quien acudío a liberarte?
¿quién después de tu palabra,
abandono tus caricias,
rosa y sal de mis heridas?
En el olor del recuerdo
aún caliente de tu lecho,
beso al aire
que ahora ocupa
la añoranza de tu hueco
y tu aurora...
Mil deseos por tu boca
y por la mía...
que hoy regresan con las olas.
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